Dentro del ámbito de inclusión financiera la tecnología mayormente se la relaciona como un medio para llegar a poblaciones excluidas, con servicios financieros adaptados a sus necesidades y a un costo accesible, a través de una gama de distintos productos. Considerando esto, la transformación digital se ha convertido en un aspecto decisivo para que las instituciones de microfinanzas (IMF) se mantengan relevantes dentro de la industria, al proveer servicios digitales a sus clientes acorde a estos tiempos y realizando procesos internos de manera más efectiva con el uso de distintas herramientas tecnológicas.
En ese contexto, BIM y BID Lab firmaron un convenio de Asistencia Técnica para llevar a cabo el proyecto “Locfund Next: Inclusión Financiera y Transformación Digital en Instituciones Microfinancieras de América Latina y El Caribe”, mediante su componente de Asistencia Técnica (Technical Support Facility- TSF), que tiene el propósito de apoyar a la digitalización de IMF en LAC (Latinoamérica y el Caribe).
En el marco de este proyecto, el año 2020 se realizó el “Diagnóstico Global del Estado Actual de Transformación Digital (TD) de las Instituciones Microfinancieras Clientes de Locfund”, del cual participaron 54 IMF clientes actuales y potenciales del fondo, ubicadas en 14 países de LAC. El año 2023 y con el fin de ver la evolución lograda, se realizó un seguimiento a este diagnóstico, contando con la participación de 58 instituciones de 14 países.
Modelo de Negocios:
Evaluación de la estructura organizacional de la institución para determinar si
cuenta con una estrategia digital, cómo se ejecuta y su comunicación y relación con
el entorno.
Experiencia de Usuario:
Evaluación de los canales implementados por la institución financiera para
relacionarse con sus clientes, la visibilidad que tienen de los mismos a través de
los distintos puntos de interacción y la consistencia de servicio al cliente.
Equipo y Procesos:
Evaluación de las herramientas digitales que utilizan los empleados, así como la
orientación hacia la automatización.
Habilitadores:
Evaluación de la estrategia y calidad de los datos en la institución, así como de la
presencia de analítica de datos y de otras tecnologías habilitantes.
El principal hallazgo del seguimiento al diagnóstico de transformación digital llevado a cabo el año 2023, fue que la madurez de la TD de la región aumentó de 10,7 a 13,68 puntos (sobre un total de 20 puntos). Esa puntuación es compatible con un nivel de digitalización que se ha denominado “avanzado”, el tercer de los cuatro niveles, y donde se concentra un mayor número de IMF (13 de 58 instituciones).
En relación con los cuatro índices analizados, las instituciones parecen estar más avanzadas en dos: modelo de negocio y equipos y procesos. El primero con enfoque en gobernanza de la transformación digital y construcción de una estrategia, y el segundo orientado en la relevancia de herramientas digitales que faciliten el desempeño de las funciones del personal.
Por otro lado, el índice con menor puntaje corresponde a la experiencia de usuario.
Otros aspectos conclusivos corresponden a que el 34% de las instituciones aún no cuentan con un responsable de transformación digital, aunque la mayor parte de las IMF encuestadas consideran que la tecnología es clave para escalar el modelo de negocio y que existe una mayor demanda por parte de los clientes.
El estudio muestra que el 72% de las IMF considera que la Transformación Digital ha contribuido el crecimiento del portafolio.
Para la mayoría de las instituciones (78%), la situación derivada de la emergencia sanitaria global ha supuesto acelerar planes de transformación digital que ya estaban en marcha, mismas que tendrán permanencia en el tiempo y forman parte fundamental de estrategia de negocio.
El estudio de transformación digital incluye a 10 instituciones bolivianas, con idiosincrasias y tamaños diversos. En general, el diagnóstico de transformación digital para la región sitúa a la institución promedio boliviana en una puntuación de 12.5 sobre 20 (aumentó del puntaje en dos puntos en relación con el año 2020).
Esa puntuación es compatible con un nivel de digitalización que se ha denominado “avanzado”, el tercer de los cuatro niveles de desarrollo establecidos, y donde se concentra un mayor número de IMF, en concreto 13 instituciones.
En relación con los cuatro verticales analizados, las instituciones presentan un desarrollo equilibrado en tres de los cuatro verticales, las correspondientes a modelo de negocio, equipo y procesos y habilitadores. Sin embargo, la experiencia de usuario es una vertical que requiere, en términos generales, un mayor foco. Parece que las instituciones se encuentran más confiadas en el proceso de digitalización interno de la institución, pero menos en el uso generalizado de canales digitales con sus clientes.
Algunos de los hallazgos más destacados son:
El estudio de transformación digital incluye a 3 instituciones colombianas, con idiosincrasias y tamaños diversos. En general, el diagnóstico de transformación digital para la región sitúa a la institución promedio colombiana en una puntuación de 16.3 sobre 20 en el scoring de transformación digital llevado a cabo. Esa puntuación en compatible con un nivel de digitalización denominado “experto”, el tercero de los cuatro niveles de desarrollo establecidos , y donde se sitúan 13 instituciones.
En relación con las cuatro verticales analizados, las instituciones presentan un desarrollo alto en el área de modelo de negocio, compatible con un estadio en el que la estrategia de transformación digital está avanzada y en con una gobernanza adecuada. La digitalización de los empleados y los procesos internos también se sitúa en un nivel elevado. La experiencia de cliente y los habilitadores están un paso por detrás. El reto de las instituciones colombianas pasará por potenciar los canales digitales y el desarrollo y aprovechamiento de los datos en las instituciones.
Algunos de los hallazgos más destacados son:
El estudio de transformación digital incluye a 2 instituciones costarricenses. En general, el diagnóstico de transformación digital para la región sitúa a la institución promedio de este país en una puntuación de 15.5 sobre 20 en el scoring de transformación digital llevado a cabo. Esa puntuación es compatible con un nivel de digitalización denominado “avanzado”, el tercero de los cuatro niveles de desarrollo establecidos, y donde se sitúan 13 instituciones.
En relación con los cuatro verticales analizados, las instituciones presentan un mayor desarrollo en equipos y procesos, seguido por modelo de negocio y un desarrollo homogéneo en experiencia de usuario y habilitadores.
Algunos de los hallazgos más destacados son:
El estudio de transformación digital incluye a 5 instituciones ecuatorianas, con idiosincrasias y tamaños diversos. En general, el diagnóstico de transformación digital para la región sitúa a la institución promedio de este país en una puntuación de 15.2 sobre 20 en el scoring de transformación digital llevado a cabo (aumentó su puntaje en relación con el año 2020 en más de 5 puntos). Esa puntuación en compatible con un nivel de digitalización denominado “avanzado”, el tercer de los cuatro niveles de desarrollo establecidos, y donde se sitúan 13 instituciones.
En relación con las cuatro verticales analizadas, las instituciones presentan un desarrollo promedio bajo en las áreas de modelo de negocio y experiencia de usuario. Este resultado parece denotar una aparente falta de convencimiento sobre el desarrollo de la actividad de los clientes en canales digitales. A pesar de ello, las instituciones están más avanzadas en el área de habilitadores, especialmente en cuanto al uso de datos.
Algunos de los hallazgos más destacados son:
El estudio de transformación digital incluye a 6 instituciones salvadoreñas, con idiosincrasias y tamaños diversos. En general, el diagnóstico de transformación digital para la región sitúa a la institución promedio salvadoreña en una puntuación de 13.4 sobre 20 en el scoring de transformación digital llevado a cabo (incremento 5 puntos en relación al año 2020). Esa puntuación en compatible con un nivel de digitalización denominado “avanzado”, el tercer de los cuatro niveles de desarrollo establecidos, y donde se sitúan 13 instituciones.
En relación con los cuatro verticales analizados, las instituciones presentan un mayor desarrollo promedio en el área de modelo de negocio y un desarrollo promedio bajo en las áreas de modelo de negocio y experiencia de usuario. Este resultado parece denotar una aparente falta de convencimiento sobre el desarrollo de la actividad de los clientes en canales digitales.
El 83% de las instituciones salvadoreñas encuestadas cuentan con un responsable de transformación digital y dicho responsable forma parte del equipo gerencial. Todas las IMFs encuestadas consideran que la tecnología es clave para escalar el modelo. En El Salvador, la regulación se sitúa como un obstáculo a la digitalización para el 33% de las instituciones.
Un 33% de las instituciones perciben una brecha de género en el uso de las herramientas digitales por parte de sus clientes.
El estudio de transformación digital incluye a 6 instituciones guatemaltecas, con idiosincrasias y tamaños diversos. El diagnóstico de transformación digital para la región sitúa a la institución promedio guatemalteca en una puntuación de 13.7 sobre 20 en el scoring de transformación digital llevado a cabo (incrementó en 2,7 puntos desde el año 2020). En Guatemala existe una gran dispersión de niveles de digitalización entre las instituciones analizadas. En todo caso, esa puntuación promedio es compatible con un nivel de digitalización que se ha denominado “avanzado”, el tercer de los cuatro niveles de desarrollo establecidos y donde se concentra un mayor número de IMFs, en concreto 13 instituciones.
En relación con las cuatro verticales analizadas, las instituciones presentan un menor desarrollo en el área de digitalización de equipos y procesos. Las restantes verticales se sitúan de forma equilibrada en puntuaciones algo superiores a 3 sobre 5.
Un 83% de las instituciones encuestadas cuentan con un responsable de transformación digital. En Guatemala, la regulación no parece un obstáculo para la digitalización.
En Guatemala, la situación derivada de la emergencia sanitaria global ha supuesto acelerar planes de transformación digital que ya se consideraban estratégicos en la mayor parte de las instituciones encuestadas. Sin embargo, existen instituciones que indican que no se han tomado medidas específicas vinculadas a la digitalización en el período.
Un tercio de las instituciones perciben una brecha de género en el uso de las herramientas digitales por parte de sus clientes.
El estudio de transformación digital incluye a 4 instituciones hondureñas, con idiosincrasias y tamaños diversos. El diagnóstico de transformación digital para la región sitúa a la institución promedio hondureña en una puntuación de 10.4 sobre 20 en el scoring de transformación digital llevado a cabo. Esa puntuación es compatible con un nivel de digitalización que se ha denominado “explorador”, el segundo de los cuatro niveles de desarrollo establecidos y donde se concentra un mayor número de IMFs, en concreto, 13 instituciones.
En relación con las cuatro verticales analizadas, las instituciones encuestadas parecen haber reforzado notablemente la digitalización en el área de modelo de negocios, que destaca sobre las demás y se sitúa en un nivel alto de 4 sobre 5. Destaca también algo por debajo la vertical de equipos y procesos.
El 40% de las instituciones encuestadas cuentan con un responsable de transformación digital, que son miembro del equipo gerencial. Aunque todas las instituciones están de acuerdo en considerar la tecnología como una herramienta clave para escalar el negocio, un 29% no percibe una demanda creciente por parte de sus clientes. La regulación parece tener un impacto relevante para más de la mitad de las instituciones.
En Honduras, la situación derivada de la emergencia sanitaria global ha supuesto acelerar planes de transformación digital que ya se consideraban estratégicos en todos los casos.
Un 14% de las instituciones perciben una brecha de género en el uso de las herramientas digitales por parte de sus clientes. Además, un 29% de las instituciones encuestadas cuentan con productos o servicios específicos para la mujer en un formato digital.
El estudio de transformación digital incluye a 3 instituciones mexicanas, con idiosincrasias y tamaños diversos. El diagnóstico de transformación digital para la región sitúa a la institución promedio mexicana en una puntuación de 14 sobre 20 en el scoring de transformación digital llevado a cabo (aumentó en 1.8 puntos en relación al diagnóstico anterior). Esa puntuación es compatible con el rango alto de un nivel de digitalización que se ha denominado “avanzado”, el segundo de los cuatro niveles de desarrollo establecidos y donde se concentra un mayor número de IMF, en concreto, 13 instituciones.
En relación con los cuatro verticales analizados, las instituciones encuestadas se consideran mas avanzadas en las áreas de modelo de negocio y Equipos y Procesos. Así, parece existir una apuesta clara por contar con una estrategia y gobernanza además de la digitalización a la interna de la organización.
El 67% de las instituciones encuestadas cuentan con un responsable de transformación digital, y el 100% está de acuerdo en considerar la tecnología como una herramienta clave para escalar el negocio. Los directorios parecen suponer ningún obstáculo a las IMF mexicanas a la hora de avanzar en su estrategia de digitalización.
En México, la situación derivada de la emergencia sanitaria global ha supuesto acelerar planes de transformación digital que ya se consideraban estratégicos en todos los casos.
Las instituciones mexicanas no perciben una brecha de género en el uso de las herramientas digitales por parte de sus clientes. Además, un 67% de las instituciones encuestadas cuentan con productos o servicios específicos para la mujer en un formato digital.
El estudio de transformación digital incluye a 6 instituciones nicaragüenses, con idiosincrasias y tamaños diversos. El diagnóstico de transformación digital para la región sitúa a la institución promedio nicaragüense en una puntuación de 13.5 sobre 20 en el scoring de transformación digital llevado a cabo (aumentó del puntaje en 1,2 en relación al año 2020). Esa puntuación es compatible con un nivel de digitalización que se ha denominado “avanzado”, el tercero de los cuatro niveles de desarrollo establecidos, en el cual se sitúan gran parte de las IMF, en específico 13 instituciones de toda la muestra.
En relación con los cuatro verticales analizados, las instituciones encuestadas tienen un avance homogéneo en las áreas de modelo de negocio, habilitadores y equipos y procesos. Así, parece existir una apuesta clara por contar con una estrategia, gobernanza y datos, así como la digitalización interna de la organización. Tal vez el aspecto un poco más rezagado sea el de experiencia de usuario.
El 50% de las instituciones encuestadas cuentan con un responsable de transformación digital, y todas ellas están de acuerdo en considerar la tecnología como una herramienta clave para escalar el negocio. Sin embargo, en Nicaragua, el 83% de las instituciones encuestadas consideran la regulación un obstáculo a la digitalización.
La situación derivada de la emergencia sanitaria global ha supuesto acelerar planes de transformación digital que ya se consideraban estratégicos en todos los casos.
El 33% de las instituciones nicaragüenses percibe una brecha de género en el uso de las herramientas digitales por parte de sus clientes.
El estudio de transformación digital incluye a 3 instituciones panameña, con idiosincrasias y tamaños diversos. El diagnóstico de transformación digital para la región sitúa a la institución promedio nicaragüense en una puntuación de 9.65 sobre 20 en el scoring de transformación digital llevado a cabo. Esa puntuación es compatible con el rango bajo de un nivel de digitalización que se ha denominado “explorador”, el segundo de los cuatro niveles de desarrollo establecidos y donde se concentra un mayor número de IMFs, en concreto, 25 instituciones.
En relación con las cuatro verticales analizadas, las instituciones encuestadas se consideran especialmente avanzadas en el área de modelo de negocio y habilitadores. Así, parece existir una apuesta clara por contar con una estrategia y gobernanza de la digitalización en la organización. En claro contraste, la vertical de experiencia de usuario presenta unos niveles de digitalización muy bajos entre las instituciones del país. Esto implica que no se ha puesto todavía el foco en la armonización de los canales, y el desarrollo de canales digitales para atender a prospectos y a clientes.
Tan solo un tercio de las instituciones encuestadas cuenta con un responsable de transformación digital, pese a que dos tercios están de acuerdo en considerar la tecnología como una herramienta clave para escalar el negocio. En Panamá, los directorios y la regulación sólo representan barreras a la digitalización para un tercio de las IMFs.
Los procesos de transformación derivados de la respuesta a la emergencia sanitaria global se han vuelto estratégicos en todas las instituciones aunque en un tercio de los casos se trató de soluciones reactivas ante la aparición de la pandemia.
En Panamá, las instituciones no perciben brecha de género entre clientes o empleados en las áreas de digitalización, y tampoco se presta ningún servicio específicamente digital orientados a mujeres.
El estudio de transformación digital ha comprendido a 52 instituciones de 14 países, con idiosincrasias y tamaños diversos. En general, el diagnóstico de transformación digital para la región sitúa a la institución promedio del estudio en una puntuación de 10.7 sobre 20 en el scoring de transformación digital llevado a cabo. Esa puntuación en compatible con un nivel de digitalización que se ha denominado “explorador”, el segundo de los cuatro niveles de desarrollo establecidos, y donde se concentra un mayor número de IMFs, en concreto 25 instituciones.
En relación con las cuatro verticales analizadas, las instituciones parecen estar más avanzadas en los procesos relacionados con el modelo de negocio y habilitadores. Dos verticales que se podrían resumir en gobernanza de la transformación digital y construcción de una estrategia, así como la relevancia de los datos, la confianza en los datos y su uso en las actividades de gerencia de la institución. Sin embargo, la experiencia de usuario y el componente de digitalización vinculado a empleados y procesos internos requieren un mayor foco.
Todavía un 40% de las instituciones no cuentan con un responsable de transformación digital, aunque la mayor parte de las IMFs encuestadas consideran que la tecnología es clave para escalar el modelo y que existe una mayor demanda por parte de los clientes. No parece que la regulación sea un obstáculo extremadamente relevante a la transformación digital, aunque la respuesta varía en función de los países.
Para muchas instituciones, la situación derivada de la emergencia sanitaria global ha supuesto acelerar planes de transformación digital que ya estaban en marcha, priorizando en todo caso unos desarrollos frente a otros.
Una cuarta parte de las instituciones perciben una brecha de género en el uso de las herramientas digitales por parte de sus clientes, pero no entre sus empleados. Además, tan sólo un 27% de las instituciones encuestadas cuentan con productos o servicios específicos para la mujer en un formato digital.
El estudio de transformación digital incluye a 6 instituciones peruanas, con idiosincrasias y tamaños diversos. En general, el diagnóstico de transformación digital para la región sitúa a la institución promedio peruana en una puntuación de 13 sobre 20 en el scoring de transformación digital llevado a cabo (aumentó del puntaje en cuatro puntos en relación con el año 2020). Esa puntuación en compatible con el rango bajo de un nivel de digitalización que se ha denominado “avanzado”. Este es el tercer de los cuatro niveles de desarrollo establecidos.
En relación con las cuatro verticales analizadas, las instituciones presentan un mayor desarrollo promedio en Modelo de negocio y en un segundo lugar se encuentran las verticales de equipo y procesos y la de habilitadores. La vertical con menos desarrollo es la de experiencia de usuario.
El 50% de las instituciones cuenta con un responsable de transformación digital y son parte del equipo gerencial, aunque para todas las IMF encuestadas consideran que la tecnología es clave para escalar el modelo.
En Perú, la regulación no se sitúa como un obstáculo a la digitalización para el 67% de las instituciones.
La situación derivada de la emergencia sanitaria global ha convertido en permanentes soluciones de digitalización avanzadas por todas las instituciones.
El 67% de las instituciones perciben una brecha de género en el uso de las herramientas digitales por parte de sus clientes.
El estudio de transformación digital incluye a 3 instituciones dominicanas. En general, el diagnóstico de transformación digital para la región sitúa a la institución promedio de República Dominicana con una puntuación de 15.67 sobre 20 en el scoring de transformación digital llevado a cabo. Esa puntuación en compatible con el rango bajo de un nivel de digitalización que se ha denominado “avanzado”. Este es el tercer de los cuatro niveles de desarrollo establecidos.
En relación con las cuatro verticales analizadas, la que presenta un mayor desarrollo promedio corresponde a Modelo de negocio. El resto de las verticales tiene un crecimiento promedio homogéneo mayor a 3,5.
El 66% de las instituciones no cuenta con un responsable de transformación digital, sin embargo, consideran que la tecnología es clave para escalar el modelo. En República Dominicana, todas las IMF encuestadas consideran que los directorios no son una barrera en los procesos de digitalización, sin embargo el 67% considera a la regulación como un obstáculo.
El 67% de las IMF considera que la situación derivada de la emergencia sanitaria global ha convertido en permanentes las soluciones de digitalización.
Ninguna de las instituciones percibe una brecha de género en el uso de las herramientas digitales por parte de sus clientes finales.
En esta sección se observan algunos de los aspectos generales vinculados a la transformación digital de las instituciones. Cuestiones sobre gobernanza, limitantes o el nivel de inclusión digital de los clientes.
Cuenta con un responsable de transformación digital
Cuenta con un responsable de transformación digital en el equipo gerencial.
Considera que los clientes de las IMF y, en particular, sus clientes, tienen una demanda creciente por la prestación de servicios digitales.
Considera que la tecnología es la herramienta que da respuesta a la necesidad de escalar el modelo de inclusión financiera.
Considera que los directorios de las IMF pueden llegar a ser una barrera en los procesos de digitalización.
Considera que existen limitaciones regulatorias relevantes para la transformación digital en su país.
Cree que la Transformación Digital ha contribuido al crecimiento de su portafolio.
¿Qué porcentaje aproximado de sus clientes considera que tiene celular?
¿Qué porcentaje aproximado de sus clientes considera que tiene ACCESO a DATOS en su celular?
Comentarios
En los siguientes gráficos analizamos el tipo de respuesta que han tenido las instituciones ante la emergencia sanitaria global producida por el COVID-19 en relación con su proceso de transformación digital
¿Considera que todas estas iniciativas tienen un carácter táctico o tendrán una mayor permanencia en el tiempo?
¿Han sido iniciativas reactivas ante la coyuntura actual o eran ya parte de una estrategia y han sido priorizadas?
Comentarios
Uno de los objetivos del Diagnóstico fue determinar si las herramientas digitales implementadas por las instituciones están orientadas a la igualdad de género. A continuación, la institución también puede comparar como abarca en este aspecto.
Cree que existe una brecha de género en la utilización de nuevos canales digitales en el caso de los CLIENTES de su institución.
Cree que existe una brecha de género en la utilización de nuevos canales digitales con respecto a los EMPLEADOS de su institución
Existen productos o servicios orientados a mujeres con un enfoque digital en la institución
Distribución por países
País | Número de IMFs | Promedio de Activos (en USD) |
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Diagnóstico realizado con el apoyo de:
Comentarios por País
El estudio de transformación digital ha comprendido a 52 instituciones de 14 países, con idiosincrasias y tamaños diversos. En general, el diagnóstico de transformación digital para la región sitúa a la institución promedio del estudio en una puntuación de 10.7 sobre 20 en el scoring de transformación digital llevado a cabo. Esa puntuación en compatible con un nivel de digitalización que se ha denominado “explorador”, el segundo de los cuatro niveles de desarrollo establecidos, y donde se concentra un mayor número de IMFs, en concreto 25 instituciones.
En relación con las cuatro verticales analizadas, las instituciones parecen estar más avanzadas en los procesos relacionados con el modelo de negocio y habilitadores. Dos verticales que se podrían resumir en gobernanza de la transformación digital y construcción de una estrategia, así como la relevancia de los datos, la confianza en los datos y su uso en las actividades de gerencia de la institución. Sin embargo, la experiencia de usuario y el componente de digitalización vinculado a empleados y procesos internos requieren un mayor foco.
Todavía un 40% de las instituciones no cuentan con un responsable de transformación digital, aunque la mayor parte de las IMFs encuestadas consideran que la tecnología es clave para escalar el modelo y que existe una mayor demanda por parte de los clientes. No parece que la regulación sea un obstáculo extremadamente relevante a la transformación digital, aunque la respuesta varía en función de los países.
Para muchas instituciones, la situación derivada de la emergencia sanitaria global ha supuesto acelerar planes de transformación digital que ya estaban en marcha, priorizando en todo caso unos desarrollos frente a otros.
Una cuarta parte de las instituciones perciben una brecha de género en el uso de las herramientas digitales por parte de sus clientes, pero no entre sus empleados. Además, tan sólo un 27% de las instituciones encuestadas cuentan con productos o servicios específicos para la mujer en un formato digital.